Brinca grande y ciega caracola
que he traído al bailador
más baboso
al encuentro.
Huye avanzando con tus pasitos tropezones
y entre grandes bocanadas
no te ahogues
con el aire mezclado
entre vecinos.
“Estos pies adornos
me adhieren al piso
y se fractura,
ese idiota bailarín
no bebe en mi ceguera!
dilecto testigo anonadado.”
sábado, 24 de mayo de 2008
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2 comentarios:
¡Buen Día!
Anonadada me he quedado
al leer La Caracola y su
Testigo.
El título me pareció
bastante curioso.
Ahora me ha quedado
en la mente la historia
de la pequeña Caracola y sus pasitos tropezones.
¡Qué tierna y melancólica!
ZaZ!
...jaja, me gustó el comentario de psygothika, buena onda.
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